Aunque su finalidad principal es la Planificación Familiar, básica en toda sociedad, las mujeres deben saber realmente las alternativas que tienen sobre métodos de anticoncepción pues no sólo pueden decidir su destino sino evitar ser parte de los crecientes índices de cáncer de mama. Según el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), en Lima fallecen 14 personas por tumores cancerígenos, de las cuales al menos una muere a causa del cáncer de mama. “La anticoncepción no sólo cumple su papel central en planificar la familia sino que trae otros beneficios a la mujer, como es instruirla sobre enfermedades propias de su género y del ingreso a la vida sexual. Otros riesgos son el cáncer de colon y el cáncer al cuello uterino (CCU). Por ello es vital difundir educación sexual entre los jóvenes. La problemática de la poca información genera muertes por abortos clandestinos, que pudieron evitarse si las mujeres tuvieran la debida accesibilidad a métodos de anticoncepción, así como educación adecuada”, señaló la doctora Gisella Huatuco, vocera de ABL Pharma. Cada mujer debe conocer su cuerpo, realizarse exámenes y saber el método ideal de anticoncepción para ellas. “Hay un mito errado: que es privilegio para clase alta. Si bien los exámenes no son gratis (Papanicolao, ecografía, prueba de tiroides, mamas, y otros), existen servicios populares”, agrega la especialista. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática, 13% de adolescentes entre 15 y 19 años son madres o están embarazadas. Es necesario hacerse exámenes no solo cuando una mujer tiene problemas. La accesibilidad e información es básica. El Estado tiene programas de salud adecuados, aunque es cierto que necesitan mayor difusión, más en zonas marginales o no urbanas.
Empecemos por casa Además de la responsabilidad estatal en difundir los programas educativos, está la participación de la familia –crear lazos de confianza con los hijos- para educar a los jóvenes sobre la Prevención. No sólo para evitar embarazos no deseados sino enfermedades, como los tipos de cáncer mencionados. “Muchas jóvenes llegan al consultorio y dicen cuidarse con la menstruación, el ritmo, pero la mayoría no sabe de qué habla. Tienen sexo cuando menstrúan. No salen embarazadas, pero corren riesgo de contraer enfermedades. Ahí debemos romper otro mito: menstruar significa expulsar “sangre mala”. Falso. Es tejido no utilizado. No es tejido malo, pero tener sexo durante dicho proceso puede traer enfermedades”, acota la doctora. Con ello, queda demostrado que la prevención es la mejor arma para evitar decisiones que marquen una vida, o enfermedades que causen la muerte. La accesibilidad a los métodos anticonceptivos y la educación (estatal y familiar) son base para enfrentar esta realidad que implica la pérdida de muchas vidas.
